Desde siempre el cine, como
cualquier otra expresión artística, ha servido para plasmar los grandes temas
que nos preocupan, nos motivan y nos fascinan a los seres humanos. Historias
destinadas a provocar emociones en aquellos que las miran, pensamientos,
reflexiones o sentimientos compartidos. Por ello, al igual que la literatura o
la pintura, está estrechamente ligado a la psicología.
Las películas de animación a
menudo reflejan cuadros psicológicos en sus argumentos y personajes, habiendo
dado lugar a algunos nombres populares para ciertos trastornos de la mente,
como ocurre con el síndrome de Peter Pan (el del hombre que se niega a dejar de
ser niño) o el de Cenicienta (mujer híper-dependiente de un hombre)
Disney, entre otras productoras, refleja cuadros psicológicos en sus personajes adaptados de cuentos populares. Imagen: Carátula de su película Peter Pan, inspirada en el cuento de James Matthew Barrie
Además, en algunas producciones
algo más estilizadas, se presentan los sentimientos y reflexiones de los
personajes, lo que genera tramas más complejas, que a menudo dan a entender los
motivos e intenciones de los antagonistas.
Conocidas compañías han explotado
esta capacidad de la animación de transmitir sentimientos, y los enfocan
generalmente en títulos educativos, dirigidos a público infantil, aunque
también hay creaciones animadas destinadas a adultos, bien por crítica social
(Los Simpson, Padre de Familia) o por contenido violento o erótico.
Destacadas empresas que utilizan
la psicología en sus producciones animadas son la citada Disney, Pixar (que se
caracteriza por el diseño en tres dimensiones de la mayoría de sus películas),
Dreamworks (que ha presentado también películas basadas en temas bíblicos como
“El príncipe de Egipto”), y las japonesas Toei Animación, Studios Gibli (con la
figura de Miyazaki a la cabeza, muy conocido dentro y fuera de Japón), Gallop
(productores, entre otros, de la exitosa Rurouni Kenshin) y la extinta Mushi
Productions, del gran Osamu Tezuka, que sería la que inspiraría el género
posteriormente, con series como Astro-boy o la princesa caballero.
Imagen “El viaje de
Chihiro”, de Hayao Miyazaki, Estudios Gibli
Estas películas han tenido
reconocimiento internacional, siendo algunas nominadas con Globos de Oro e
incluso con premios Óscar, como es el caso de “El viaje de Chihiro”.