14 de marzo de 2016

Psicología en el cine de animación

Desde siempre el cine, como cualquier otra expresión artística, ha servido para plasmar los grandes temas que nos preocupan, nos motivan y nos fascinan a los seres humanos. Historias destinadas a provocar emociones en aquellos que las miran, pensamientos, reflexiones o sentimientos compartidos. Por ello, al igual que la literatura o la pintura, está estrechamente ligado a la psicología.

Las películas de animación a menudo reflejan cuadros psicológicos en sus argumentos y personajes, habiendo dado lugar a algunos nombres populares para ciertos trastornos de la mente, como ocurre con el síndrome de Peter Pan (el del hombre que se niega a dejar de ser niño) o el de Cenicienta (mujer híper-dependiente de un hombre)
 Disney, entre otras productoras, refleja cuadros psicológicos en sus personajes adaptados de cuentos populares. Imagen: Carátula de su película Peter Pan, inspirada en el cuento de James Matthew Barrie

Además, en algunas producciones algo más estilizadas, se presentan los sentimientos y reflexiones de los personajes, lo que genera tramas más complejas, que a menudo dan a entender los motivos e intenciones de los antagonistas.

Conocidas compañías han explotado esta capacidad de la animación de transmitir sentimientos, y los enfocan generalmente en títulos educativos, dirigidos a público infantil, aunque también hay creaciones animadas destinadas a adultos, bien por crítica social (Los Simpson, Padre de Familia) o por contenido violento o erótico.

Destacadas empresas que utilizan la psicología en sus producciones animadas son la citada Disney, Pixar (que se caracteriza por el diseño en tres dimensiones de la mayoría de sus películas), Dreamworks (que ha presentado también películas basadas en temas bíblicos como “El príncipe de Egipto”), y las japonesas Toei Animación, Studios Gibli (con la figura de Miyazaki a la cabeza, muy conocido dentro y fuera de Japón), Gallop (productores, entre otros, de la exitosa Rurouni Kenshin) y la extinta Mushi Productions, del gran Osamu Tezuka, que sería la que inspiraría el género posteriormente, con series como Astro-boy o la princesa caballero.


Imagen “El viaje de Chihiro”, de Hayao Miyazaki, Estudios Gibli


Estas películas han tenido reconocimiento internacional, siendo algunas nominadas con Globos de Oro e incluso con premios Óscar, como es el caso de “El viaje de Chihiro”.